El beso en la boca que le impuso Luis Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso fue "no consentido", dijo categórica el miércoles la fiscal del juicio al expresidente de la federación española de fútbol, que mantuvo su petición de dos años y medio de cárcel para el exdirectivo.
"No existe precedente de animadversión" que podría haber llevado a Hermoso a "faltar a la verdad sobre lo que pasó" y sobre "las coacciones" posteriores que dijo haber sufrido para quitar hierro al beso, ante el escándalo mundial que se organizó, añadió.
"Existe coherencia total entre los hechos narrados por" Hermoso y "su comportamiento inmediato y posterior", enfatizó Durántez, criticando una de las líneas de defensa de Rubiales y los otros acusados, y es que Hermoso participó en las celebraciones del Mundial tras lo acontecido.
En el año 2025, "me produce cierto rechazo (...) tener que seguir preguntando a las víctimas de una agresión sexual, por qué se reía, por qué lo celebró".
La fiscal hizo estas declaraciones en el penúltimo día del juicio a Rubiales y otros tres acusados, estos solamente por las coacciones a Hermoso.
Se trata del exentrenador de la selección española femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, para los que la fiscal mantuvo también su petición de pena, en este caso de 18 meses de cárcel.
El juicio, que empezó el lunes 3 de febrero cerca de Madrid, ha visto declarar a Hermoso y a los acusados, así como a compañeras de la selección como Alexia Putellas.