La Dra. Yadira Boyd, directora del Instituto Nacional de Salud Mental, compartió información clave sobre la evolución de la institución, que ha atravesado varias transformaciones a lo largo de su historia. Además, abordó la situación actual de la salud mental en Panamá, destacando los desafíos que persisten debido a los estigmas sociales y los índices crecientes de trastornos mentales.
El estigma social y la falta de empatía: un reto persistente
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el Instituto es la persistencia de la estigmatización hacia las personas con enfermedades mentales. "La gente aún se refiere a nuestra institución de forma despectiva, como el 'loquero', lo cual refleja una falta de empatía", lamentó la Dra. Boyd.
Sin embargo, destacó que los avances en la evolución del tratamiento psiquiátrico y la comprensión de las enfermedades mentales han ido mejorando la percepción pública.
En cuanto a la idea errónea de que todos los habitantes de la calle sufren de enfermedades mentales, la Dra. Boyd aclaró que esto no es cierto. "Si bien algunos pueden tener trastornos mentales, no todos los habitantes de la calle requieren hospitalización", señaló, destacando que existen otros programas y organizaciones, como la Alcaldía y ONGs, que también trabajan en la atención y rehabilitación de esta población.
Urgencia en la salud mental: atención a crisis agudas
La Dra. Boyd detalló que las urgencias incluyen crisis agudas, como pacientes esquizofrénicos que abandonan su medicación y comienzan a tener alucinaciones que ponen en peligro a ellos mismos o a sus familiares. Además, mencionó que otras condiciones como trastornos afectivos graves, ideas suicidas y adicciones a alcohol y drogas son atendidas de forma prioritaria.
"Es un reto, porque nadie quiere ingresar voluntariamente a un hospital, pero el proceso debe involucrar tanto al paciente como a sus familiares y amigos. El equipo técnico debe poder trabajar en conjunto para tratar la enfermedad", señaló la Dra. Boyd, quien enfatizó la importancia de la participación activa de los seres queridos del paciente para un tratamiento exitoso
Actitudes frente a personas con enfermedades mentales
"Anteriormente, cuando alguien mostraba conductas extrañas, la comunidad simplemente lo 'tomaba' y lo dejaba en la institución, olvidándose de ellos", señaló la Dra. Boyd. Sin embargo, este concepto ha desaparecido, dando paso a un enfoque más humano y científico. Hoy en día, el Instituto no solo es un hospital de atención urgente, sino también un centro dedicado a la docencia e investigación.
La Dra. Boyd explicó que el Instituto tiene una infraestructura moderna, cuyo núcleo está compuesto por un programa integral que incluye atención a emergencias psiquiátricas, rehabilitación de drogodependientes y servicios de salud mental a nivel nacional e internacional.
"Nuestra cobertura es amplia. Aceptamos pacientes nacionales y extranjeros, sean legales o ilegales. Incluso, trabajamos con panameños que residen en el extranjero y necesitan ser trasladados para recibir atención", comentó la directora.
Personal, infraestructura y presupuesto: desafíos y necesidades
La Dra. Boyd destacó la importancia de contar con un equipo de profesionales adecuado. Aunque el hospital opera las 24 horas del día, señaló que el personal es limitado. Sin embargo, el Instituto se esfuerza por brindar atención, a veces con la intervención directa de la misma directora o el subdirector para cubrir las ausencias de los psiquiatras.
Sobre el presupuesto, la Dra. Boyd mencionó que el financiamiento proviene del Estado, lo que significa que no cuentan con un patronato privado. "El presupuesto se destina principalmente a salarios y medicamentos, aunque siempre hay más necesidades", expresó, haciendo referencia a la escasez de recursos, especialmente en áreas como mantenimiento y renovación de personal. A pesar de los desafíos, el Instituto se esfuerza por incorporar nuevo personal y mejorar la atención.
