Nicolás Maduro indicó que “más” de 150 extranjeros, que calificó de “mercenarios”, han sido detenidos en los últimos meses en el país caribeño 18 más que el martes donde aseguró tenían planes de “poner bombas, atacar, destruir”. “Ya llevamos más de 150 mercenarios extranjeros, gringos, ucranianos, etcétera”, dijo.
Pero en Venezuela, agregó el mandatario a un día de la toma de posesión presidencial, va a “reinar la paz, la Constitución, la unión nacional”.
Hasta el martes, las autoridades habían detenido, según dijo entonces Maduro, a 132 extranjeros, entre ellos, dos de Estados Unidos, dos de Colombia y tres de Ucrania.
El mandatario indicó que, entre este grupo de siete extranjeros, detenidos en las últimas horas, hay un funcionario del FBI y un militar estadounidense, y acusó a ambos colombianos de “sicarios”.
Capturas se llevan a cabo en un contexto de crisis
Por su parte, Estados Unidos negó este miércoles estar involucrado en un “complot para derrocar” a Maduro y, según dijo a EFE un portavoz del Departamento de Estado, está “trabajando para recopilar más información” sobre lo ocurrido.
Las capturas se llevan a cabo en un contexto de crisis que arrancó tras las elecciones presidenciales, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por ganador a Maduro, aun sin mostrar los resultados desglosados, como contempla el cronograma de la institución.
Ante la ausencia de pruebas de la cuestionada victoria, la oposición mayoritaria, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), publicó en una página web lo que asegura son el 85.18% de las actas electorales que dan la victoria a su líder, Edmundo González Urrutia, recopiladas por miembros y testigos de mesa el día de los comicios, aunque el Ejecutivo las tacha de falsas.
El 10 de enero, fecha fijada para la toma de posesión presidencial, tanto Maduro como González Urrutia, exiliado desde septiembre en España tras asegurar que sufría “persecución política y judicial” en Venezuela, insisten en que asumirán el poder.