El papa Francisco, líder de la iglesia católica desde 2013, falleció este lunes en el Vaticano a los 88 años de edad. La Santa Sede confirmó la noticia en un comunicado oficial, señalando que el pontífice murió en paz tras varias semanas con complicaciones de salud.
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Francisco había permanecido en el hospital durante 37 días, aquejado de una grave neumonía. Fue dado de alta el 23 de marzo pasado. Su última aparición pública fue el pasado Domingo de Pascua, cuando impartió la bendición a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, la cual posteriormente recorrió sentado en el “papamóvil”, visiblemente fatigado.
Durante su pontificado, Francisco se destacó por su enfoque pastoral cercano, su llamado a una iglesia más inclusiva y su firme postura en temas sociales como el cambio climático, la pobreza y la migración. También enfrentó momentos difíciles, como las reformas dentro de la curia romana y los escándalos de abuso sexual, que abordó con una mezcla de autocrítica y medidas institucionales.
Con su partida, se abre un periodo de sede vacante en la Iglesia católica, a la espera de que el Colegio de Cardenales convoque al cónclave para elegir a su sucesor. Líderes del mundo han comenzado a expresar sus condolencias, reconociendo el legado de un pontífice que marcó un giro significativo en la forma de ejercer el papado en tiempos contemporáneos.
El Papa fue elegido el 13 de marzo de 2013, en reemplazo de Benedicto XVI, quien sorprendió al mundo al renunciar al pontificado por razones de salud, siendo el primer papa en hacerlo en casi seis siglos.