El presidente de la Cámara de Contrataciones Públicas, José Manuel Sevillano, compartió su perspectiva sobre la urgente necesidad de reformar la ley de contrataciones en Panamá. Su discurso fue claro: la corrupción sigue siendo un problema crítico que socava la confianza en el sistema.
“Es absurdo que una empresa que ha aceptado ser corrupta pueda seguir operando como si nada”, afirmó.
Criticó la doble moral de la Asamblea Nacional, donde se sanciona a empresas por incumplimientos administrativos, mientras que las corruptas quedan impunes.
“Esto es como un descaro”, subrayó, señalando que la ley debería ser más estricta con aquellas entidades que han demostrado comportamientos delictivos.
Propuestas de mejora
Sevillano propuso que se forme una subcomisión en la Asamblea para permitir la discusión entre todos los sectores interesados. Abogó por ajustes al proyecto original para que se alineara con el objetivo de combatir la corrupción.
Mencionó que, a diferencia de las estrictas regulaciones que enfrentan otros profesionales, las grandes empresas involucradas en corrupción siguen sin restricciones significativas para participar en contratos con el Estado.
Contratos directos y falta de transparencia
El presidente de la Cámara también criticó la práctica de los contratos directos, argumentando que limitan la competencia y no permiten a otros proveedores ofrecer mejores precios.
Hizo hincapié en un reciente caso de adquisición de computadoras por parte del Ministerio de Educación, donde se argumentó un ahorro sin permitir que otros competidores presentaran sus propuestas.
“Estamos en pleno siglo XXI y no podemos seguir justificando compras directas en nombre de la eficiencia”, concluyó, destacando la importancia de combinar transparencia, justicia y eficiencia en el manejo de los recursos públicos.