La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, advierte que Panamá enfrenta una crisis estructural en el empleo juvenil, con una creciente informalidad y una débil conexión entre el sistema educativo y el sector productivo. A solo tres meses de su gestión, Muñoz activa el Observatorio del Mercado Laboral y propone una serie de medidas para revertir el panorama.
Además, el desempleo no es producto del azar, sino de múltiples factores acumulados. “Tú haces una paralización y paralizas las oportunidades de educarse y de empleo”, afirmó, haciendo referencia a los paros nacionales que han afectado gravemente la economía y los servicios públicos.
Brecha entre lo que se enseña y lo que se necesita
La ministra fue enfática en señalar que existe un “divorcio entre el sistema educativo y el sector productivo”. Aunque cada año se gradúan cerca de 30 mil jóvenes en carreras formales, solo 1,400 plazas laborales están disponibles en esas áreas. El resto debe adaptarse a sectores que no coinciden con su formación.
Plan de rescate y reforma estructural
Frente a este panorama, el Ministerio de Trabajo ha lanzado un plan nacional de rescate laboral que incluye:
- Programa “Mi Primer Empleo”
- Planes de pasantías
- Reinserción laboral para mayores de 40 años
- Aulas técnicas del ITSE en todas las provincias
La ministra subrayó que este plan cuenta con el respaldo total del presidente José Raúl Mulino, y se está ejecutando en coordinación con el Ministerio de Educación para rediseñar la malla curricular y reforzar la orientación vocacional desde noveno grado.
Colón, Coclé y Azuero: regiones críticas por el desempleo
El Observatorio identificó a Colón y Coclé como las zonas más críticas en términos de desempleo. Coclé fue duramente afectada por el cierre de la mina, mientras que Colón muestra una gran carencia de habilidades blandas y acceso a formación técnica.
En Azuero, un estudio reveló que el nivel de inglés es muy bajo, lo cual limita el acceso a plazas en empresas como call centers. En respuesta, se inaugurarán nuevas aulas técnicas en estas regiones.
La construcción: de motor a zona de alerta
Uno de los sectores más golpeados ha sido el de la construcción, que ha perdido 30 mil empleos en los últimos cuatro años. La informalidad en este sector creció un 74% entre jóvenes de 18 a 29 años. “Muchos de ellos nos dijeron que no querían conflictos, solo querían trabajar y estudiar”, contó Muñoz.
Sectores más afectados
De acuerdo con la jerarquía de impacto, los sectores con más pérdida de empleo son: el bancario, logístico y la construcción.
Atención al cliente: el primer empleo por defecto
Muñoz también señaló que la mayoría de los jóvenes encuentra su primer trabajo en atención al cliente, un área que requiere reforzamiento en habilidades sociales y comunicación, especialmente luego del aislamiento causado por la pandemia. “Los jóvenes se desconectaron”, concluyó.