El presidente de la República, José Raúl Mulino, declaró este jueves que la mina ubicada en el país será operada directamente por el Estado panameño y no mediante un contrato con empresas extranjeras. La afirmación se da tras la suspensión de los procesos de arbitraje relacionados con el proyecto minero.
“La mina es de Panamá, no de más nadie, y Panamá la explotará, si la decisión es explotarla, con un operador que lo tenga”, sostuvo el mandatario, al tiempo que descartó que la nueva estructura operativa deba pasar por la Asamblea Nacional.
Sin contrato, con mecanismo estatal
Mulino enfatizó que no se trata de un nuevo contrato, sino de una operación estatal. “Vamos a establecer un mecanismo para que se dé de esa manera”, explicó, señalando que se informará próximamente en qué consistirá la nueva estructura de gestión del proyecto.
“No es que me crea rey, tengo que gobernar este país con coherencia”, dijo en respuesta a cuestionamientos sobre la exclusión de la Asamblea en esta decisión.
Beneficio económico urgente
El presidente justificó el nuevo enfoque argumentando que el Estado debe administrar el proyecto minero con prudencia, dentro del marco legal, y buscando un beneficio económico inmediato.
“Lo vamos a hacer como corresponda, en función de un beneficio económico que además se necesita a gritos por razones que sobran explicar”, concluyó Mulino