El nuevo fiscal general de Panamá, Luis Carlos Gómez, afirmó que unas 166 solicitudes de auditoría forense, algunas presentadas hace casi una década, no han sido respondidas por la Contraloría General, lo que ha dejado estancados casos de presunta corrupción.
"Hablo de un listado que tiene más de 166 auditorías pendientes de ser remitidas por parte de la Contraloría, informes de auditorías que datan o que fueron solicitados desde el 2015, es decir, casi 10 años de esa solicitud y todavía no han llegado" a la Fiscalía, dijo Gómez a los periodistas.
Existe una "preocupación" de que estos informes de auditoría forense "lleguen de manera oportuna a los procesos penales y los fiscales anticorrupción puedan ir a sus procesos de una manera más completa para poder identificar la comisión del delito y los vinculados", añadió.
Corrupción es un mal que preocupa a los panameños
La corrupción es un mal que preocupa a los panameños, según las pocas encuestas que se publican en el país, donde hay una sensación de que la impunidad en escándalos como la entrega y uso de los fondos de la descentralización o las planillas de empleados de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), en los que casi no hay procesados y menos sentenciados.
El capítulo panameño de Transparencia Internacional (TI) acusó al anterior contralor general Gerardo Solís (2019-2024), de "justificar la opacidad y discrecionalidad en el uso de los recursos públicos", al citar varios escándalos, entre ellos unas ayudas económicas educativas.