El presidente ruso, Vladimir Putin, salió "debilitado" de la rebelión abortada del grupo paramilitar ruso Wagner, dijo el miércoles el jefe del gobierno de Alemania, Olaf Scholz.
El grupo paramilitar Wagner participa en el conflicto en Ucrania. "Rusia es una potencia nuclear, es un país muy poderoso, por eso debemos estar siempre atentos a situaciones peligrosas, y esta fue una situación peligrosa", según el líder alemán, Olaf Scholz.
El grupo Wagner del empresario Yevgueni Prigozhin, considerado el brazo armado de Moscú en el extranjero, encabezó un motín armado desde el pasado viernes por la noche hasta el sábado por la noche.
Durante 24 horas, sus hombres se apoderaron de varios sitios militares en la estratégica ciudad de Rostov (suroeste) y viajaron cientos de kilómetros hacia Moscú antes de que el líder del grupo Wagner detuviera su rebelión a cambio de la inmunidad prometida por el Kremlin para él y sus hombres.
Esta crisis representa el mayor desafío que Putin, que denunció una "traición", ha enfrentado desde que llegó al poder en 1999.